Filmdiez

Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae.

domingo, 19 de febrero de 2017

Segundo relato de amor. Concurso de Zendalibros


RECUERDOS DE ALMOHADA EN SOLEDAD

Sabéis, hubo una vez en que supe que me gustaba tanto, tanto algo, que pensé que jamás sería capaz de desprenderme de ello. Lo miraba ensimismado y no me cansaba, con cada minuto que pasaba le encontraba un nuevo sentido, una nueva belleza. Y por más que mi mente buscaba convencerme, mediante pensamientos instantáneos, de que aquello no sería para siempre, mis ojos se negaban a ceder ante la razón, fijos en aquello que tanta paz me otorgaba.

Era un rostro, una cara de mujer, una cara que yacía ante mí dormida, sobresaliendo por el edredón con una expresión de paz que reflejaba un cuerpo caliente, vivo y joven. Me costaba no rendirme ante el placer de devorar a besos esas dulces mejillas, de decirle al oído que era lo más bonito que yo había visto jamás, allí, sin proponérselo, durmiendo con la boca medio abierta y sin ni siquiera mostrar esos ojos verdes que me enloquecían cuando me miraban muy de cerca, concediéndome siempre el deseo de verme reflejado en ellos antes de ir a por un beso de sus labios, cuya carne se apretaba contra los míos, preciados instrumentos de un querer, de un anhelo que entonces, sentado contemplándola, me impulsaba a despertarla, a oír un “¿Qué haces? Déjame dormir” previo a mi arranque de ternura, de besos no contenidos y sonoros que fueran al amor lo que la oscuridad a la noche, algo imprescindible.

Pero no lo hice, no la desperté ni la besé, acabé tumbándome para terminar dormido junto a ella, quizá ambos soñando el uno con el otro, haciendo un amor que nuestro mundo real de miedos y problemas nos negaba, pero con el que nuestro subconsciente disfrutaba, ajeno a todo lo demás. Y me gustaría decir que a la mañana siguiente le dije lo guapa que estaba mientras dormía y cómo me enamoraba al verla, pero el maldito sol del día me hacía pensar que eran cursiladas, que había otras cosas más importantes que hacer, que decir, en las que pensar.

Me arrepiento, me arrepiento terriblemente de no haberla despertado a besos, de no haberle dicho por la mañana hasta qué punto me gustaba y lo mucho que la quería, porque ahora, cuando duermo sin ella y sé que nunca más lo haré, es cuando mi corazón le dice a mi cerebro “idiota, debiste darme los mandos del chico y ahora no estaría así”.

Siento que me duermo, otra noche más, sin escuchar su respiración junto a mi oído, pero ya no importa, porque mis ojos se cierran solos y, mirad, ahí está ella. Ya no hay problemas, preocupaciones ni recuerdos, tan solo un bonito sueño. Hasta mañana.

Concurso de historias de amor Zendalibros


GALA

Me desperté algo desorientado. Abrí poco a poco los ojos y miré hacia mi derecha, donde un armario grande, de madera de caoba, estaba abierto mostrando perchas desnudas y solo unas pocas prendas colgadas. Un escenario oscuro y frío me daba los buenos días. “¿Qué hago yo aquí?”, pensé. El ligero espesor que sentía en mi boca me hizo comprender que tal vez el alcohol tuviera algo que ver en aquella situación. Era muy leve, solo el lejano recuerdo de algunas cervezas de la noche anterior. El maldito sueño era el culpable, pensaba yo, por lo que dejé que mis ojos cedieran ante el deseo de cerrarse y volví a dormir sin saber dónde, ni cómo ni cuándo.
Desperté al rato. La luz del día entraba por las rendijas de la persiana como antes no lo hiciera. “¿Qué hago yo aquí?”, volví a pensar. Me giré hacia la izquierda en la cama. Recordé. Sonreí. Sonreí como un niño chico al que le regalan lo que tanto tiempo lleva ansiando. Una cabellera castaña reposaba en la almohada junto a mí, tranquila e imperturbable. El cuello moreno y su hombro derecho sobresalían de la manta que cubría el fino edredón de la cama. ¿Tendría frío? Ni idea. No hice nada, me quedé acostado mirando aquello unos cuantos minutos. Unos cabellos oscuros, un cuello moreno y un hombro que insinuaba el resto del cuerpo. Solo eso. No era nada y a la vez lo era todo. Tras ir despertando poco a poco, cada vez era más consciente de la situación que me había llevado allí, de lo que tenía a solo dos palmos de distancia y de la bendita suerte que tenía.
Me acerqué a ella. Pegué mi boca a su nuca, intenté sentir el calor de su cuello en mis labios sin despertarla. Con mi brazo derecho, abrí las puertas de la cama y miré hacia abajo para ver lo que tenía ante mí. De repente, el despertar físico pasó a ser absoluto y el deseo irrefrenable que me empezaba a abordar me empujó a acercarme del todo, a convertir aquel sentir su calor en formar parte activa de él. La agarré, la atraje hacia mí y la besé. La besé mil veces. Acariciaba su vientre y sus pechos mientras lo hacía. Me probé a jugar con ellos, y como no encontré negativa, seguí haciéndolo, feliz como nadie. Cada vez más incapaz de contener los suspiros, iba probándome a conquistar cada rincón de su cuerpo, cada nueva frontera que yo hiciera mía a base de tímidas incursiones que empezaba con manos temblorosas y acababa con firmes palmadas, con gestos ternes que decían que ese trozo de carne era mi patria desde ese momento y para siempre. Ella estaba despierta y jugaba a hacerse de rogar. A veces me ofrecía más de su cuerpo tentándome, a veces lo alejaba de mi boca o de mis manos buscando mi enojo. Bendita guerra la que mantuvimos.
-       Buenos días –dijo ella–. Te veo con ganas.
-       No es mi culpa, Gala, es el de abajo –me justifiqué–. Me tiene completamente dominado, y todo por tu culpa.
-       Pero si yo no he hecho nada.
Su pelo olía a noche y a calles mojadas.
-       Estar. Eso es lo que has hecho.
Se dio la vuelta y nos miramos. Pasaron segundos, minutos, no sé, pero como en un acuerdo tácito, nos levantamos a desayunar furtivamente todo lo que encontramos por la cocina. Al acabar pasé por el baño, y al regresar a la habitación me la encontré destapada, desnuda casi por completo, comiendo una galleta maría que no sé de dónde sacaría y cuyas pocas migas caían, casi en slow motion para mí, sobre su pecho totalmente al descubierto. Las piernas cruzadas, relajadas, también desnudas; solo unas bonitas bragas cubrían aquella preciosidad que era Gala. Hacía calor en la habitación, sí, pero el sofoco que me entró en aquel momento, allí parado procesando esa mágica visión, no se debía a la calefacción, sino a otra cosa más primitiva y abstracta llamada deseo. Me miró y se mordió el labio, pero esta vez de forma consciente, sabiendo que aquello a mí me volvía loco.
-       ¿Sabes en qué palabra estoy pensando? –le pregunté.
-       ¿Erección? –me dijo divertida, señalando con la mirada a mi pantalón de deporte, en ese preciso instante tienda de campaña en vertical.
-       No, pensaba en “deseo”.
Al principio me había propuesto ser más o menos fuerte ante la situación, no caer rendido ante ella y el erotismo del momento como un animal en celo, pero mi buen amigo el de abajo no atendía razones y era la expresión más notable de lo que mi corazón sentía bajo mi piel, latiendo fuertemente, dotando de más vida si cabe a mis extremidades, que se agitaban algo nerviosas esperando su momento para entrar en acción. Se incorporó en la cama sacudiéndose las migas del pecho y comenzó a hacerse una coleta con la goma que llevaba en la muñeca. Acabó. Se quedó allí, sobre sus rodillas, mirándome con una curiosidad infinita. Parpadeé instintivamente, como si haciéndolo me asegurara el convertir aquellas escenas de Gala desnuda esperándome en recuerdos visuales que pudiera guardar de por vida en mi mente.
-       Ven –me dijo con orgullo, sabiendo que yo iría.
Y fui. Al principio tratando de contener las ganas que le tenía, pero luego ya no importaba nada, ni siquiera las galletas que ella amontonara en un rincón de la cama y que comenzaron a crujir bajo el peso de nuestros cuerpos llegando incluso a doler. Un dolor dulce, eso sí, pues estábamos anestesiados por las risas, los suspiros, los besos, las miradas y las ganas que teníamos de no soltarnos jamás, por mucho que el calendario nos chillara que aquello se había acabado. Hicimos el amor, pero amor en mayúsculas y entre signos de exclamación, como la noche anterior. Eso fue lo que pasó.

miércoles, 7 de marzo de 2012

The artist


Pese a que la gente en general parece desechar la opción de ver películas como "The artist" porque siempre es más sencillo ponerse las típicas que aparecen en portada de las páginas webs de descargas, debo decir que la edición de este año de los Oscars ha sido la única que he seguido con algo de interés por si el buen cine, esta vez imitando al de antaño, ganaba por encima de otras buenas películas como "Midnight en París". Me refiero, como habréis hábilmente deducido por el título de la entrada a "The Artist", película francesa y MUDA.
La película nos cuenta la historia de George Valentin, un prestigioso actor de cine mudo que se niega a formar parte de la revolución que supone la llegada del sonido a la gran pantalla. Por otro lado tenemos a una novata y joven actriz, Peppy Miller, que conoce a Valentin en su primer casting y será una de las primeras y famosas caras del nuevo cine sonoro.
Muchas personas restan importancia a esta película argumentando que tal vez sólo reciba méritos por que es muda, dando a entender que ni su argumento ni su dirección son dignos de alabanza. Es cierto que los dos grandes pilares sobre los que se asienta esta película son el que se trate de cine mudo y, además, en blanco y negro. Pero partiendo de esta base se crea una película que nos hace recordar al gran Chaplin y a esas películas que ya nadie recuerda.
Es estimulante y agradable pensar que joyas como "The artist" puedan tener cabida y, visto lo visto, mucho éxito en el cine de hoy día. No hago apología de una nueva generación de cine mudo, sino tal vez introducir métodos de antes. Es como comparar Ocean's eleven (Pitt,Clooney) con El golpe (Newman, Redford). La primera está muy muy bien, pero El golpe, no sé porque será, es El golpe.
En definitiva, menos 3D y más antiguedad, menos ir a ver en masa a ver Crepúsculos y más ir a ver The artist.
Se me ocurre un método para detectar personas interesantes, curiosas y que merezcan la pena: ir metiendo a la población en salas de cine a ver The Artist y separarla en "Gente a la que le ha fascinado" y "Gente que prefiere Allien vs Predator 5: La venganza de Cortex".
Saludos y espero dirigirme a vosotros (si es que alguien lee esto) pronto.

jueves, 6 de octubre de 2011

Primos


Llevo desde inicios de Septiembre queriendo hacer esta entrada y ahora que han acabado las fiestas de mi pueblo no me queda más remedio que intentar hacerle un homenaje a mi manera, esto es, mediante una película: Primos.
Creo que muchos tenemos algo en común con los protagonistas de esta película y es ese pueblo que queda tan lejos, que no podemos disfrutar tanto tiempo como nos gustaría, donde nos reencontramos con grandes amigos y, simplemente, donde hemos pasado grandes momentos de nuestra vida rodeados de la familia.
Esos agostos de piscina, fútbol,consola y amigos sin preocupaciones ni madrugones, con esas noches de fin de semana que quedan para el recuerdo; las típicas gamberradas de pueblo donde contenedores y timbres juegan un papel esencial; el salir siempre al mismo sitio y encontrarse a gente a la que no ves el resto del año; las jovencitas de pueblo y su oscuro y ansiado aunque a veces inexistente deseo por los forasteros; los hablares de sus gentes; el recordar grandes momentos de años ya lejanos con los compinches de toda la vida; las fiestas del pueblo con ese exceso de alcohol, sueño, camaradería y risas. Y muchas otras cosas que se disfrutan al más alto grado pero durante poco tiempo y siempre rodeado por mis primos y mi familia. Este es el vínculo que mantengo con esta película: los primos de vacaciones en el pueblo de toda la vida, y en cierto modo puede hacerme verla mejor y más entrañable de lo que os pueda resultar a muchos de los que no me hayáis comprendido en lo que llevamos de entrada por que no os identifiquéis con ello.
Hasta aquí no he hablado nada de la película, así soy yo, pero si he dejado ver que se desarrolla en un pueblo (llamado Comillas) y cuyos protagonistas son tres primos. Centrándonos más y sin estropear la película al que no la haya visto, diré que dichos Primos provienen de la capital y viajan al pueblo donde pasaban los veranos años atrás a recuperar a la antigua novia de uno de ellos, que está destrozado por haberse quedado plantado en el altar. Los tres pondrán rumbo al pueblo donde se encontrarán con gente del pasado y vivirán diversos sucesos.
El protagonista principal es Diego (Quim Gutierrez) por ser el que desencadena toda la trama principal, pero también se narran otras dos historias paralelas relacionadas con los otros dos primos, que son Julián (Raúl Arévalo) y José Miguel (Adrián Lastra), por lo que también podrían considerase protagonistas o al menos co-protagonistas. Sin duda estos tres actores suenan de otras películas españolas, aunque tal vez no el nombre, pero al verlos en escena ya nos serán más que familiares, y en esta película no defrauda ninguno ni sobresale uno por encima de los otros, ni nada de eso, los tres se sienten cercanos y se ganan el cariño del espectador.
Pese a que puede parecer una pura comedia española tras ver el trailer, tengo que decir que para mi no es el humor lo que hace realmente bella a la película, sino ese modo de recurrir a los sentimientos del pasado (la escena del gran Bachi borracho recordándole al primo Julián en qué momento se queda uno solo en la vida o la escena de Diego diciendole a Martina (Inma Cuesta) que pese al paso de los años aún la ama), esa melancolía latente en muchas ocasiones y el modo de hacer (mediante todo esto) grandes e inolvidables momentos estúpidos como el de los Back Street Primos.
La magnífica actuación de los personajes, ese entorno tan auténtico como es el pueblo en el que se desarrollan los acontecimientos, tres buenas historias que hacer llegar al público y la capacidad para congeniar humor con melancolía y pasado con presente son las señas de identidad de esta bonita película española que es Primos.
Si os puedo recomendar una situación óptima para ver la película, os diré que en verano, con vuestros primos y en vuestro pueblo.
PD: añadiré frases de esta película a la entrada "Citas célebres del cine".
¡Un saludo!

viernes, 22 de julio de 2011

Harry Potter


Pongo la foto de la última película no porque vaya a hablar solamente de ella, sino porque es la más reciente y para mí la mejor de toda la saga. Hace ya 10 años o más desde que llegó a mi casa el primer libro de Harry Potter y desde ese momento año tras año he ido leyendo todos los libros y he de decir que, como suele suceder, son mucho mejores que las películas, son fantásticos. A los meses de leer La Piedra Filosofal sacaron en el cine la película homónima y tengo un gran recuerdo de la tarde en que fuí a verla. Las dos primeras entregas (La Piedra Filosofal y La
Cámara Secreta) son más infantiles que la tercera (El prisionero de Azkaban), tal vez por la edad de los protagonistas, pero lo cierto es que si tienes esa edad tienes que leer los libros y ver las películas, debería ser una obligación, o que los profesores los mandaran en el colegio y los institutos, en lugar de adaptaciones ilustradas de El Quijote o El Lazarillo de Tormes, y no lo digo menospreciando esas dos obras, pero creo que son más para adultos que para niños, por mucho que se adapten quitando los "putas" y poniéndoles dibujos.
Para mí es a partir de El Prisionero de Azkaban cuando el univero Harry Potter va adquiriendo una magnificencia comparable a El Señor de los Anillos, en lo relativo a libros, que no a películas.
Si nos centramos en las películas, como ya he dicho, las dos primeras sobretodo gustan a un público más joven, y lo digo por experiencia, al verlas después te das cuenta de que pierden bastante. Con El Prisionero de Azkaban creo que se gana algo de calidad, los protagonistas llevan dos películas a sus espaldas, tienen mayor edad, se cambia de director y creo que al final todo esto se traduce en un aumento del valor de la película con respecto a las dos anteriores. En El Cáliz de Fuego también tenemos una buena película, y el libro es simplemente sensacional, uno de los mejores. El Torneo de los tres magos es algo que rompe con la rutina de un año entero en Hoghwarts y sorprende gratamente al verlo en la gran pantalla. Además, en esta película tenemos la oportunidad de ver a Lord Voldemort, que recién recuperado su poder acaba con la vida del pobre Edward Cullen, que siempre será Cedric Diggory.
La Orden del Fénix me parece un poco peor que las dos anteriores pero sigue la misma línea.
Es El Misterio del Príncipe la película que supone la mayor decepción de las ocho, sin duda alguna. Está claro que no se puede transformar un libro en una película sin saltarse cosas, pero aquí se pasan, obvian la parte de lucha en el castillo y muchas más cosas que no rebelaré por si alguno no conoce aún este pequeño universo de Harry Potter.
Las dos películas de Las Reliquias de la Muerte creo que son las mejores, decidieron adaptar el último libro en dos películas y no fallaron, no recuerdo totalmente los libros porque han pasado años desde que los acabé, pero los siguen más fielmente que las entregas anteriores, salvando alguna pequeña libertad, como la gran idea de Harry de tirarse agarrado a Voldemort por un precipicio. A fin de cuentas, la parte II es el cierre merecido a todas las películas, un final fiel al libro y emocionante de veras, muy buena película sí señor, recomiendo a todos los fans de Harry Potter que vayan a verla al cine si pueden.
Ahora hay que ponerse un poco sentimental. Recuerdo cuando acabé de leer el último libro, a todo el mundo le invade la tristeza y es normal, supone el fin de las historias de un personaje al que has estado ligado durante tantos años, ya no sabrás nada más de él ni de sus amigos y es imposible no sentirse mal si has seguido fielmente a Harry Potter y acabas el séptimo libro, pero quedaba un consuelo pues para cuando yo lo acabé faltaban muchas películas de Harry Potter por estrenar, muchas historias por revivir en el cine y no era un adiós del todo. Pero ahora sí que lo es, adiós a una gran saga y a un amigo.
Uno de los momentos que recuerdo a partir del cuál empezó a gustarme mucho más el cine fue en 1999 con el estreno de La Guerra de las Galaxias: La Amenaza Fantasma. A partir de este día recuerdo ir a los estrenos de estas tres entregas de la Guerra de las Galaxias. En 2001 empezaron con El Señor de los Anillos y la primera de Harry Potter, y cada año me emocionaba por ir a ver la nueva de Star Wars, la nueva de ESDLA y las de Harry Potter. La trilogía moderna de Star Wars y las grandísimas tres películas de ESDLA fueron enormes, pero en pocos años acabaron y sin embargo faltaban muchas de Harry. Ahora se ha puesto fin de forma maravillosa a Harry Potter y de esa mágica época viendo estrenos en vacaciones ya no queda nada más que el recuerdo, que si pudiera me lo sacaría de la cabeza con mi varita para que mis hijos lo pudieran ver años después en el pensadero. Maravillosos años de cine de ciencia ficción que llegan a su fin con el término de esta saga.
Saludos!

viernes, 24 de junio de 2011

Hacia rutas salvajes


Tras varios meses de ausencia traigo una gran película dirigida por Sean Penn que narra la historia de Christopher McCandless, que tras graduarse en la universidad dona todos sus ahorros y pone rumbo a Alaska para dejar atrás los irrelevantes títulos de la sociedad americana y encontrarse a sí mismo en armonía con la verdadera naturaleza. No puedo desvelar más del argumento, tan solo decir que es la historia de un hombre que prefiere vivir rodeado de la madre naturaleza y de la desconocida grandeza del mundo antes que vivir correctamente bajo una sociedad que parece imponernos nuestros propios límites. Para mí la magnificencia de la película reside en eso, en narrar la historia de un tipo que tiene el valor necesario para dejar atrás una vida asegurada para poder aprender a vivir de la tierra y del mundo en general, y es que parece que todos nacemos con un guión bajo el brazo, un guión que nos manda vivir una infancia que será recordada como la mejor época de nuestra vida y una juventud llena de cosas nuevas y estimulantes (cualquier tiempo pasado fue mejor), y todo esto mientras estudiamos y nos labramos un futuro para poder lograr el objetivo de vivir: conseguir un buen trabajo, formar una familia y vivir sin demasiadas preocupaciones, o lo que es lo mismo, esperar a la muerte. Lo más triste de todo esto es que no podemos elegir, la sociedad se mantiene gracias al esfuerzo de todos, cada uno ha de ser útil en algo y proporcionar algo a la sociedad, sino estás muerto. Todo el mundo debería aprender del gran Tyler Durden y saber que no somos nuestra cuenta corriente, ni el contenido de nuestra cartera, somos la mierda cantante y danzante del mundo. Pero qué vamos a hacer para remediarlo, para todo el mundo la felicidad reside en sentir la convicción de estar en el camino correcto y la gente es feliz aunque tenga miles de preocupaciones siempre y cuando viva medianamente bien, pero para mí la felicidad no está más que en los buenos momentos, aquellos en los que se disfruta plenamente y uno se olvida de toda preocupación, eso es la verdadera felicidad, todos los demás momentos son meros trámites necesarios para que se formen estos momentos felices de los que os hablo, y es que la vida no es como las obras de arte, éstas perduran por siempre pero los grandes momentos felices de la vida no pueden durar, y su grandeza reside en ello, en su carácter finito. Y aunque penséis que me he desviado tremendamente del tema principal no lo he hecho, para mí un ser humano que se encuentra a sí mismo en la naturaleza y no en el material mundo en el que vivimos en un verdadero ser humano, que se basta de los propios recursos del mundo y de sus propias manos para sobrevivir. Pero la verdad es que nadie es así, nadie puede irse a Alaska a vivir en soledad de lo que pueda cazar o encontrar, el ser humano es un ser social por naturaleza, necesita de otros para poder ser feliz y esta idea desencadenará el final de la película. Yo mismo, como cualquier otra persona, intento labrarme un futuro, pero creo que si la gente se preocupara por cosas verdaderamente importantes y la juventud ocupara sus mentes en cosas menos inútiles este sería un mundo mejor, sinceramente.
Lo único que me queda es seguir como siempre, un poco fuera de lugar e incluso de época y disfrutando como nadie de grandes placeres como los amigos, los recuerdos, las risas, los viajes y los bares, y mientras esta mala salud de hierro (como diría mi admirado Sabina) me lo permita, seguiré quejándome de lo que me parezca, cambiando lo que buenamente pueda y viendo cine, que es lo que aquí interesa.
Aunque penséis que la película no era más que una excusa para soltar todo esto, lo cierto es que es buena de veras y merece la pena verla. Tal vez a alguno le despierte pensamientos similares a los míos.
Así que ved "Hacia rutas salvajes" e intentad ver más y más películas para seguir aprendiendo cosas del cine y tened en cuenta que "si nos movemos despacio morimos rapido".
Un saludo

martes, 3 de mayo de 2011

En tierra hostil


Tras unas largas vacaciones vuelvo con un género que nunca he tratado aquí: acción.
En tierra hostil es una película que tal vez decepcione a los puristas de la acción típica de siempre (Misión imposible, Rambo, Jungla de cristal, Terminator,etc) pero sorprenderá a los que no somos muy aficionados a ver películas de este tipo, salvando clásicas y excepcionales películas bélicas como Platoon o Apocalypse Now.
Esta película narra la historia de una unidad de artificieros norteamericanos que actúa en una anárquica ciudad durante la guerra de Irak. Su trabajo consiste en desactivar bombas y la sensación de intriga y suspense que acompaña a todas las intervenciones tal vez derive no sólo de el mero hecho de desactivar bombas que pueden explotar en cualquier momento, sino de que cualquier individio se nos antoja como un enemigo que puede provocar la explosión y cualquier objeto mínimamente sospechoso...otra bomba. Todo esto sin menospreciar el magnífico juego de cámaras que a veces nos sugiere estar dentro de un documental. Es una película lenta pero no por ello deja de ser interesante y de acción.
Pese a que no soy defensor de los Oscar hay que tener en cuenta que en 2009 recibió 9 nominaciones y 6 premios, incluyendo mejor película, mejor director y mejor guión original, así que está claro que es una película que gustó bastante a todos los públicos, tal vez por reflejar la guerra de la forma en que lo hace.
A pesar de todo esto, hay cosas de esta película que siguen sonando a pura "americanada": el hombre suicida que no se quiere suicidar; el comportamiento del casi siempre gilipollas sargento William James, que se escapa de la base militar en busca de un niño que vende DVD's y al que sólo ha visto un par de veces, etc. En conclusión, una gran película de acción que recibió un sinfín de premios merecidos y que, si podéis, debéis ver con buena calidad, es decir, nada de TS-Screener. Un saludo a todos los que os pasáis por aquí de vez en cuando, a los demás no.