Las dos caras de la verdad

Muy buenas, como prometí actualizar más a menudo estoy sacando algo de tiempo, total, estudiar pa' lo que vale. Asique de todas las horas muertas que me tiro en la universidad os dedicaré más de una a vosotros.
Bueno, hoy traigo una película buena de veras, no por su trama ni por la brillantez de su director, sino por la magnífica actuación de uno de sus protagonistas: Edward Norton.
Centrándonos en la película, diremos que cuenta la historia de un ambicioso abogado de Chicago (Richard Gere) capaz de aceptar cualquier caso con tal de salir en la prensa. Un día acepta un caso en apariencia imposible de ganar: la defensa de Aaron (Edward Norton), un joven acusado de asesinar al arzobispo de Chicago tras ser detenido huyendo de la escena del crimen.
Esta película no pasaría de ser un normalucho trama jurídico de no ser por Edward Norton, que supera en todos los aspectos la actuación de Richard Gere, dedicado, como casi siempre, a poner su sonrisita de guaperas y a querer aparentar ser mejor actor de lo que es. Volviendo a Norton, se estrena en esta película y de qué manera, interpretando a un personaje medio loco, algo nada fácil y, sinceramente, no sé si alguien hubiera podido igualar esta magnífica interpretación.
Al hablar de la gran actuación de Edward Norton no puedo evitar recordar las de Dustin Hoffman en El graduado y en Rain Man, insuperables. Son de estos actores que hay que seguir siempre y de los que sabes que no te van a defraudar haciendo grandes basuras comerciales como Un canguro superduro y cosas del estilo, como hacen muchos otros.
Volvamos a la película. Ya digo, en sí no es gran cosa, únicamente le brinda a Norton la posibilidad de lucirse en una de sus primeras actuaciones.
Aaron y Roy, dos personajes totalmente distintos y encarnados a la vez por el mismo actor, pasando de uno a otro con un realismo increíble, tenéis que ver la película para saber de lo que hablo porque no quisiera contaros nada del desenlace ni del final, pues sería delito. Ya lo he dicho, no es atractiva por su trama ni, claro está, porque actúe Richard Gere....Si os parece atractiva por esto, por favor, salid de mi blog. Lo dicho, solo os puedo decir que la actuación del joven Norton engrandece la película y el final es simplemente sublime. Merece la pena descansar un rato de tanto estudio...o hacer algo, para variar, y ver Las dos caras de la verdad.